Una de las problemáticas más grandes que se pueden encontrar en la materia de sucesiones es el de la influencia indebida y cómo ésta puede llegar a afectar la voluntad del testador. En esta cuestión, se tiene que respetar el último deseo del testador y cómo es que desea dejar sus bienes, pero ¿qué es la influencia indebida? y ¿cómo es que afecta el proceso testamentario?
¿Qué es la influencia indebida?
Se origina como algún tipo de influencia externa que presiona al testador a que contradiga su voluntad al crear su testamento y que termine dejándole el testamento a alguien más. Es un tema muy delicado debido a que puede causar muchas molestias a la familia del difunto al enterarse que, antes del fallecimiento de su ser querido, fue presionado por un tercero para que escriba el testamento de otra manera de la cual fue inicialmente deseada.
Demostrar la influencia indebida puede ser muy difícil porque el testador ya no está (enlace en inglés) para establecer cuál fue su intención original. Sin embargo, hay varias maneras en las que se puede demostrar, tales como las declaraciones de testigos o bien si el testador discutió sus intenciones antes de escribir su testamento. En tal caso, es importante seguir con el siguiente paso, y ese es el del juicio testamentario.
¿Cómo procede el juicio testamentario?
Es importante establecer que es rara la ocasión en que se lleve a corte un testamento, en especial si se trata de una influencia indebida, ya que es muy difícil de comprobar, a menos que haya suficientes pruebas para demostrar lo contrario a lo establecido por el testador.
Para que se demuestre influencia indebida (enlace en inglés), se tendrá que demostrar que hubo un tercero que estuvo presionando al testador a través del engaño, la coerción o el abuso de la confianza. En tales casos y, si existe las pruebas necesarias, el juez terminará por declarar al testamento como nulo debido a la influencia externa.
Es de suma importancia que los familiares del testador se aseguren que nadie intervenga en la última voluntad de su ser querido y que se escriba en el testamento la verdadera intención del testador. Si no, se pueden originar varias complicaciones que se tendrán que demostrar a través de la evidencia y en un juicio testamentario.